lunes, 2 de abril de 2012

EL MAL MOMENTO DEL FUTBOL SANTANDEREANO


POR: LUIS HERNANDO MORENO              PERIODISTA ACORD TARJETA 685

Cuando los directivos del deporte regional  no colocan cimientos de calidad para montar una verdadera estructura a largo plazo, terminan conformándose con lugares secundarios en los eventos nacionales. Este es precisamente el caso de la liga Santandereana de fútbol, que no ha podido obtener un trofeo significativo en los recientes treinta años.

 Los datos estadísticos  nos recuerdan que en la rama aficionada, la última vez que una selección de Santander consiguió un título nacional fue en el año 1981, con la dirección técnica de Alberto "El Coco" Forero y jugadores destacados como Alfredo "Pirata" Ferrer, Oscar Muñoz y Adolfo Holguín, quienes años más tarde se lucieron en la rama profesional. El título obtenido fue en la categoría juvenil y se logró con méritos sobrados, gracias a la superioridad sobre los restantes departamentos.

 Eran otras épocas, cuando la Liga miraba la provincia sin importar que  fueran sitios lejanos. Pero cambiaron su manera de pensar, se olvidaron que hay 87 municipios en el Departamento de Santander. Los ignoraron, sin pensar que un apoyo decidido sería fundamental en la búsqueda de talentos en formación.

Nunca averiguaron las razones por las cuales, provincias como García Rovira no volvieron a participar en campeonatos departamentales. Para los directivos de la Liga no era valioso que municipios como Vélez y Málaga disputaran una final  como sucedió en San Gil en 1989. Solo se  interesaban por la presencia de la Zona Metropolitana, Barranca, San Gil y El Socorro.

 A nivel profesional, el momento para recordar gratamente fue el final del año 1997 cuando el Atlético Bucaramanga obtuvo el derecho de jugar por el máximo título Colombiano enfrentando al América de Cali. Se jugaba un solo campeonato en el año y por eso era más valioso o significativo quedar campeón. No se logró la estrella, pero ese sub campeonato le permitió al Atlético, disputar la copa Toyota Libertadores de América de 1998. Y no lo hizo mal el Bucaramanga porque logró pasar a segunda ronda dejando en alto los colores del fútbol Colombiano en ese torneo considerado el más importante de Sur América a nivel de clubes.

 El Atlético Bucaramanga se consideraba un patrimonio de la ciudad desde cuando Rafael Pérez Martínez, Gobernador de hace varios lustros, lo adquirió y entregó a los directivos de ese entones para que lo administraran. Pero el equipo fue pasando de mano en mano, y lo peor, de dueño en dueño, sin que los periodistas deportivos nos diéramos cuenta, cómo, cuando y donde se convirtió en propiedad privada. Averígüelo Vargas como dice el refrán popular. Primero fueron empresarios Antioqueños  quienes se hicieron dueños  del equipo hasta el 2006 cuando lo adquirió la familia Cadena Mora, empresarios Santandereanos, quienes muy poco saben de fútbol. Por sus errores, el equipo cayó a segunda división a finales del 2008.

 Y por su falta de conocimiento deportivo lo han mantenido en la B, quien sabe cuánto  tiempo más. Lo grave es que hacen honor a un famoso Paso doble: "Ni se compra, ni se vende" porque ofertas interesantes han tenido. Hace un año cuando fue promulgada la nueva ley del fútbol, José Augusto Cadena, presidente del club dijo a los cuatro vientos que lo iba a convertir en Sociedad Anónima. La cámara de Comercio de Bucaramanga le ofreció todo el apoyo para ese cambio.

Pero nada, porque cada vez que citaba a reuniones para adelantar el proyecto, no  hablaba en serio hasta que la gente se cansó. Ya nadie le cree  a Cadena Mora.

 Lo cierto de todo, es que el fútbol Santandereano está de capa caída. Ya son bastantes años. Recordamos que por el año 2007, personas influyentes en el deporte del departamento  se reunieron para  estudiar la manera de sacar del bache a nuestro fútbol. El  ex presidente de Coldeportes Mike Forero Nougués, el técnico Jorge Luis Pinto y el dirigente Armando Montañez, preocupados por los fracasos continuos del fútbol, y la poca planificación existente, presentaron a las autoridades deportivas, un completo plan de trabajo que permitiera un mejor desarrollo, con un cronograma de actividades  en las provincias para ganar en competitividad, haciendo intercambios municipales, y después  en Bucaramanga, mostrar todo lo aprendido. Eso permitía estar en competencia durante todo el año.

Se pretendía la creación de escuelas deportivas para graduar a los jóvenes talentos de cada provincia. La construcción de parques deportivos en todas las provincias con escenarios en las diferentes disciplinas.  Generar competitividad entre los municipios con torneos organizados por ellos. Actualizar y crear más clubes deportivos porque de acuerdo a la ley marco, son la base de todos los proyectos deportivos. Nunca le dieron importancia a esta ni a otras propuestas presentadas por dirigentes, gremios o entidades.
Para nadie es desconocido que Bucaramanga siendo la quinta ciudad del país, merecía ser la sede de algunos partidos de la copa América de Fútbol del año 2001. También nos quedamos con las ganas de observar de cerca algo del mundial de fútbol Sub 20 del año 2011.  Todo es por culpa del mal momento que vive el fútbol Santandereano. Ni los gobernantes de turno, ni los dirigentes del deporte, se preocupan por recuperar los espacios perdidos.

Nuestro fútbol aficionado al igual que el profesional, no han podido sacar los pies del barro. Con positivismo, esperamos que en este 2012 llegue la recuperación. 

Por fortuna en la liga Santandereana de Fútbol las cosas empiezan a cambiar acertadamente desde la base. La demostración estuvo en la convocatoria a niños de todo el departamento nacidos durante los años 1998 y 1999 para conformar una preselección y de ahí escoger el equipo para el campeonato nacional. Después de muchos años, la provincia de García vuelve a figurar en los planes de la liga con el llamado a cuatro niños que pueden ser el comienzo del fin de ese mal momento que atraviesa el fútbol Santandereano.

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