OBRAS SIN PLANEACIÓN, OBRAS SIN RAZÓN

 

POR: LUIS HERNANDO MORENO               PERIODISTA ACORD TARJETA 685

Una crónica sobre los trabajos del estadio de Málaga, requiere de muchas líneas para hacer una descripción real de una obra que bien planeada, hubiera dejado un complejo deportivo digno de la ciudad, teniendo en cuenta el alto presupuesto. Como no hubo planeación, se convirtió en una obra sin sentido, sin razón, y más que inversión, terminó en un desperdicio de dinero del tesoro departamental.

Hablamos de desperdicio porque la gobernación entregó más de Dos mil quinientos millones de pesos para que Málaga tuviera un excelente estadio. Claro que todo ese dinero no es para la obra, porque, restando lo de la interventoría y demás descuentos de ley, el valor neto se aproxima a mil setecientos cincuenta millones; alcanzaría para  construir más de veinte casas hermosas en Málaga.

Y, pensar que ese montón de plata, está destinado solo para encerrar la cancha con un tramo del potrero y cubrir la tribuna. Que desperdicio porque el potrero va a quedar mal encerrado y la gradería está para demoler; y por más cubierta y sillas lindas que le pongan, nunca será tribuna de preferencia porque es muy vieja y tiene riesgos, ni de sombra, porque  está en el costado oriental.

Desde antes de la iniciación de la obra, Chicamocha News estuvo pendiente, y  en la medida que fuimos conociendo el proyecto, le estuvimos comentando a Milton Suárez, alcalde de Málaga en esa época, los errores que tenía el proyecto por falta de planeación. Lo hicimos en una entrevista radial, un diálogo personal y cartas muy bien documentadas. Esas sugerencias motivaron a Milton Suárez,  para solicitar al gobernador, una adición presupuestal para arreglar la cancha. Increíble que en el proyecto inicial figuraran los camerinos y olvidaran incluir el sitio donde se juegan los partidos. Hasta pensaron en los adornos, pero no se acordaron de la gramilla.  Con mucho tiempo de anticipación se le advirtió al ex alcalde por las deficiencias del proyecto. Había tiempo para modificar e incluir algunos cambios en las cantidades de obra, pero a la postre nada se cambió.

Se mantuvo el pésimo proyecto inicial. Solo  interesaba gastar toda esa plata.

En nuestra condición de periodistas, y teniendo en cuenta los diálogos sostenidos con dirigentes, patrocinadores, árbitros,  jugadores y aficionados al fútbol, pusimos en conocimiento de la sección de proyectos especiales de la Gobernación, nuestros puntos de vista, con el ánimo de corregir, si algo se podía arreglar.    Para estas diligencias, por fortuna contamos con el apoyo incondicional del ingeniero Luis Antonio Díaz, en ese entonces, recién elegido alcalde.

Resumimos los puntos de vista unificados, así:

A.) Encerramiento  de la tribuna, la cancha y el potrero. Un presupuesto  muy alto para levantar esos muros. Se habla de que es la primera etapa. Cuando venga la segunda etapa, habrá necesidad de tumbar por lo menos uno de esos muros súper reforzados. Opinamos que no hubo un estudio responsable y serio. No se diseñó la segunda etapa. ¿Dónde están los estudios técnicos?

B.) Cubrimiento de la tribuna oriental: Los inconvenientes son: Es muy antigua, tiene muchos defectos. Su duración a partir de ahora no será de mucho tiempo.

Si las bases que van a soportar esa cubierta necesitan de mucha profundidad, preocupa que los prefabricados de la tribuna fueron montados de una manera superficial y están muy deteriorados. No se pensó en el riesgo que se corre.

 C.) Camerinos, sanitarios y baños. Otro gasto más para una tribuna en vía de extinción. Con un estudio serio y honesto, para esa primera etapa, se hubiera optado por construir la primera parte de una tribuna occidental con camerinos.

 D.) Tan mediocre fue el estudio que ni siquiera pensaron en la cancha de juego. Llamamos la atención por ese olvido y tuvieron que pedir una adición de ochocientos millones de pesos, para colocar gramilla sintética. Con el valor de esa adición presupuestal es necesario tener en cuenta lo siguiente: En caso de colocarle grama sintética, se debe contratar la importación de una gramilla de calidad similar a la que se instaló en la cancha Marte de Bucaramanga. Es fabricada en Canadá y cuenta con la aprobación de la FIFA.   Seguir todos los ejemplos de la Marte, en lo referente a la preparación del terreno y contratación de personal calificado para su instalación.   

En caso de que no se pueda ampliar la cancha y conseguir grama sintética de la marca especificada, sería mejor dejar la grama natural. Tengamos en cuenta el factor climático  del sector, y pensemos que colocar sintética de inferior calidad  sería un rotundo fracaso. La grama natural se puede estar arreglando o removiendo cada vez que se dañe. Aclaramos que la sintética también necesita mantenimiento periódico y los fabricantes ofrecen una garantía de ocho años. Para el certificado se requiere de una correcta instalación. En cualquiera de los dos casos es necesario hacer remoción total de tierras e instalar drenajes y filtros de mucha confiabilidad.

Podemos afirmar que la Marte también tuvo una adición presupuestal. Quedó muy linda y con más obras. Su costo es infinitamente menor al del estadio de Málaga.

EN RESUMEN: Al comenzar la obra se habló de "Construcción Ciudadela Deportiva, primera etapa".  Mirando el proyecto nos dimos cuenta de las grandes cantidades de plata para obras sin sentido. No hubo estudios topográficos, planeación, nada serio. Para hacer la segunda etapa, habrá necesidad de comprar el resto del potrero. Entonces tocará tumbar los muros proyectados en el potrero. Primera etapa: levantar súper muros. Segunda etapa: tumbar esos super muros. Lo decimos con plena  seguridad, porque el sitio  donde fue construido el muro que separa la cancha del potrero es para la tribuna de occidental. Sin  esa tribuna, no se llama estadio, simplemente una cancha.  Una canchita.  

Por el momento, la esperanza que tenemos está puesta en el nuevo alcalde, porque el doctor Luis Antonio Díaz, está muy interesado en conseguir nuevos recursos para que Málaga, por fin tenga un buen estadio de fútbol y otros escenarios que merecen nuestros deportistas.